¡ PASEN Y LEAN !
¡Venid, venid todos! Bebés y niños, chicos y chicas, jóvenes y adultos de todos los orígenes, de todas las edades y de toda condición.
¡Venid a la Biblioteca! Entrad en este inmenso y hermoso jardín, multicolor y polifónico, donde crecen las más hermosas flores de la cultura humana: todo lo que sabemos y todo lo que imaginamos los seres humanos, las crónicas y los sueños, las batallas y los carnavales, las fiestas y los duelos... Todo está aquí recogido y bien clasificado en sus estanterías, accesibles para que vosotros disfrutéis del placer de la lectura.
Entrad con alegría pero con respeto. Recorred sus amplias avenidas con ricas arboledas, sus acogedores senderos bordeados de exuberantes rosaledas con las más hermosas rosas, deambulad por las pequeñas veredas que os llevarán a escondidos rincones donde crecen plantas raras pero de deliciosas flores.
Os encontraréis allí con otras muchas personas amigas que, como vosotros, disfrutan de las bellas palabras, de las sugerentes imágenes, de los evocadores sonidos.
Entrad y valorad el trabajo de estos jardineros esforzados, hombres y mujeres responsables de la Biblioteca: ellos riegan la sabiduría de lo sembrado en sus estantes, podan con cuidado las horas de silencio, remueven la tierra del pensamiento con recomendaciones y propuestas, abonan la imaginación con actividades inesperadas... y siempre, siempre, están ahí, bajo el sol abrasador y bajo la lluvia, esperando que las palabras florezcan, y que nosotros seamos portadores de las semillas que aventan cada día las páginas de los libros que atesora su biblioteca.
Aprended de ellos el amor por los libros y montad en vuestra casa vuestra propia biblioteca: por muy pequeña y modesta que sea será vuestro jardín y os llenará de olores, de sugerencias, de ideas, de sensaciones, que os harán sentiros llenos de gratitud, cercanos a esas personas, escritores e ilustradores, que contaron bellas historias para vosotros, de creadores que os hablaron de su mundo, de todos los mundos, para que vosotros os atreváis a mirar todos los horizontes y, al hacerlo, también os atreváis a mirar dentro de vosotros mismos para buscar vuestros más íntimos sentimientos, vuestros valores más auténticos.
Venid hoy y venid todos los días que os sea posible a este hermoso jardín siempre florido, siempre acogedor, siempre pleno de sabiduría, de placer, de solidaridad, de respeto, de belleza...